Llega el momento más temido para todo principiante con un reflector: colimar el telescopio. Al principio puede parecer algo complicado; en internet hay mucho sobre el tema, pero existe el riesgo de caer en una maraña de información que te haga creer que el proceso es más complicado de lo que realmente es.
En este artículo vamos al grano con lo que necesitas saber para colimar tu telescopio de manera muy sencilla, sin ninguna necesidad de volverte loco en el intento. Si eres nuevo en esto y es tu primera colimación, sigue leyendo hasta el final, verás que es mucho más fácil de lo que parece. Vamos a ello.
¿Qué es colimar un telescopio?
Empecemos por el principio, vamos a ver brevemente qué es colimar un telescopio. Colimar es simple y llanamente alinear los espejos del telescopio. Los telescopios reflectores más comunes (Newton y Dowson) tiene dos espejos, uno primario localizado en la parte delantera y otro secundario que se encuentra en la parte trasera del telescopio, a través de los que pasa la luz hasta llegar a tu ojo por el ocular. Colimarlo no es más que alinear el primario con el secundario, y el secundario con el ocular.
¿Por qué hay que colimar un telescopio?
La colimación debe de hacerse de manera periódica porque los espejos tienden a desalinearse con el tiempo, fruto de la propia utilización del telescopio y de los pequeños golpes que pueda sufrir al transportarlo. Esta desalineación provoca que los espejos se descentren y que las imágenes que captan aparezcan borrosas o desenfocadas. Después de colimarlo podrás volver a ver imágenes más nítidas y enfocadas.
Nota: si tu telescopio es nuevo lo más normal es que ya esté colimado, ahora bien, si ya hace tiempo que lo tienes es posible que ya le toque. A continuación te explicaremos cómo saberlo.
Pasos para colimar tu telescopio
Ahora que ya sabes lo que es la colimación, vamos a ver cómo se hace. En los siguientes pasos puedes ver todo lo que necesitas saber, empezando por las herramientas que necesitarás para colimar y la comprobación de los espejos.
1. Herramientas necesarias: colimador láser
Lo único qué necesitas para colimar tu telescopio es un colimador láser. Bueno, también una llave Allen (que normalmente viene incluida con el telescopio). Te mostramos el que tiene una mejor relación calidad-precio y que a su vez es el más vendido en Amazon:
- Fácil de colimar tu telescopio: Facilita la colima de tu telescopio reflector de 1,25 '' y 2 '', ya no aburre y ahorra tiempo.
- Ajuste de 1.25 pulgadas: puede caber en enfocadores o diagonales de 1.25 ", viene con adaptador extraíble de 2".
¿Ya lo tienes? Sujeta el colimador láser al portaocular del telescopio (tendrás que introducirlo como si fuera un ocular). El colimador láser emite una luz intensa que será tu referencia para ajustar los espejos.
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2. Comprobación de que el espejo secundario está descolimado
Antes de empezar el proceso de colimación tendrás que comprobar que efectivamente el espejo secundario esté descolimado.
En el espejo principal o primario verás un círculo que señala dónde está el centro del mismo. Enciende el láser del colimador y verás que aparece un pequeño punto rojo en el espejo. Pueden pasar dos cosas:
- Que la luz del láser no coincida con el centro con el círculo que hay en el centro del espejo. Esto significa que hay que ajustarlo, pero que no cunda el pánico, como verás un poco más adelante, es muy fácil hacerlo.
- Que la luz del láser coincida con el centro del círculo. Esto quiere decir que el espejo secundario está colimado y que podrás pasar directamente a comprobar si lo está el principal (paso 4)
3. Ajuste del espejo secundario
Vamos a ver como colimar el espejo secundario. Mira en la parte trasera de tu telescopio, verás los siguientes tornillos:
- Un tornillo en el centro: este tornillo de momento no tendrás que tocarlo. Sirve para girar el espejo secundario, pero aquí no es necesario que lo hagas. Debes vigilar con este tornillo porque si lo aflojas el espejo secundario podría caer sobre el primario, dañando el telescopio.
- 3 tornillos tipo Allen, que rodean al tornillo central. Éstos 3 tornillos son los que tienes que ajustar.
Ahora tendrás que aflojar y apretar estos tornillos con el objetivo de llevar el punto rojo del láser al centro del espejo primario. ¿Quieres un consejo? En lugar de mover los 3 tornillos, deja uno de referencia y mueve los otros dos, así tardarás menos.
Ve moviendo los tornillos y mirando por el ocular hasta que el punto rojo esté en el centro del círculo. ¿Ya lo tienes? Bien, eso significa que el espejo secundario ya está colimado. Ahora iremos a por el primario.
4. Confirma si el espejo primario está descolimado
Ya tienes más de la mitad del trabajo hecho. Ahora verificaremos si el espejo primario está descolimado. Nuevamente utilizarás el colimador láser y tendrás que fijarte en la diana indicadora. En este caso pueden pasar 3 cosas:
- La luz roja no se encuentra en el centro de la diana. Esto quiere decir que el telescopio está descolimado.
- No aparece ninguna luz roja en la diana. Esto significa que está muy descolimado, pero no te preocupes, el proceso es el mismo.
- La luz roja se sitúa en el centro de la diana indicadora, lo que quiere decir que tu telescopio está colimado.
Si tu caso es el 3º, enhorabuena, ya puedes seguir disfrutando de tu telescopios. Si estás en uno de los dos primeros casos, ahora te explicamos qué debes hacer.
5. Alineación del espejo primario
Verás dos tipos de tuercas: los frenos de seguridad y las tuercas de colimación. En primer lugar te encontrarás los frenos de seguridad, que deberás aflojar para poder tener acceso a las tuercas de colimación. En función del modelo de telescopio, podrás mover estas tuercas con la mano o tendrás que utilizar para ello una llave Allen.
Lo único que tendrás que hacer es mover las tuercas de colimación hasta conseguir que la luz roja se encuentre en el centro de la diana (si no aparecía ninguna luz roja, primero tendrás que localizarla en la diana y luego moverla hasta el centro).
¿Lo tienes ya justo en el centro de la diana? Genial, ahora tu telescopio ya está colimado a la perfección.
6. ¡Todavía no has terminado! Bloquea los frenos de seguridad.
Es más habitual de lo que piensas olvidarse de bloquear de nuevo los frenos de seguridad en las primeras colimaciones. Uno se emociona por el trabajo bien hecho y se salta este paso una vez que ya ha alineado todos los espejos.
¿Qué pasará si se te olvida? Pues que los espejos se moverán con facilidad y tendrás que volver a empezar el proceso. A ver, es fácil de realizar, pero no apetece hacerlo dos veces seguidas, ¿no?
Ahora ya tienes tu telescopio perfectamente colimado, para captar de manera nítida y precisa los objetos celestes. ¡Hora de observar!
Conclusión
Has podido ver que colimar un telescopio no tiene ningún secreto, aunque a priori pueda parecer más complicado de lo que realmente es. Con un poco de práctica conseguirás realizar la colimación de tu telescopio en unos pocos minutos para tenerlo listo para tus observaciones.
Si te queda alguna duda, ¡echa un vistazo al video final o escríbenos en los comentarios!
Bonus: Vídeo Cómo colimar un telescopio
Como sabemos que muchas veces las imágenes valen más que mil palabras, te dejamos con un video en el que se resume el proceso de colimación:
